Si alguna vez has notado que las paredes de tu edificio parecen llorar, tranquilo, no es que echen de menos tiempos mejores, sino que están sufriendo un problema muy común (y muy molesto) en las comunidades de vecinos, especialmente en zonas con alto nivel freático o edificaciones antiguas. Hablamos de las humedades por capilaridad. ¡Sí, ese fenómeno que convierte a los muros en esponjas profesionales y a los bajos del edificio en un spa improvisado!

Para ayudarte a combatir las humedades por capilaridad, desde La que se avecina te contamos qué son y quién puede acudir a tu rescate.

¿Qué son las humedades por capilaridad?

Para explicarlo de forma sencilla, la capilaridad es como cuando tu café sube por la galleta que has sumergido demasiado tiempo. Pero en lugar de ser un dulce placer, en los edificios es un dolor de cabeza. La humedad del suelo asciende por los poros de los materiales de construcción provocando manchas, desconchones y, en casos extremos, la aparición de moho y malos olores. Vamos, lo que todo propietario sueña para su hogar.

Las humedades por capilaridad son más frecuentes en plantas bajas y sótanos, donde el contacto con el terreno es directo.

¿Cómo afectan a tu comunidad de vecinos?

En primer lugar, tenemos los desperfectos estéticos. Diremos adiós a la pintura lisa y bonita, y hola a las manchas y los desconchones que parecen arte moderno o una película de terror.

Además de la evidente afectación estética, las humedades por capilaridad también pueden comprometer la integridad estructural del edificio. Con el tiempo, la humedad puede afectar a la resistencia del edificio. Y no, no es una forma de “suavizar” el cemento para que sea más flexible.

Por supuesto, pueden ocasionar graves problemas a la salud, desde alergias hasta problemas respiratorios. Evita que el moho, los ácaros y las bacterias se conviertan en tus nuevos vecinos.

Y, por último, las discusiones en las reuniones de vecinos estarán aseguradas. Nadie, excepto los vecinos que sufren el problema, querrán rascarse el bolsillo.

Soluciones para que desaparezcan las humedades

¡No todo está perdido! Existen varias soluciones efectivas para decirle adiós a la humedad sin que el presidente de la comunidad sufra un infarto al ver el presupuesto. Algunas de ellas son:

  • Barreras impermeabilizantes. Se inyectan resinas en los muros para crear un escudo antihumedad.
  • Drenajes y ventilación. Mejorar la salida del agua y permitir que los muros respiren es fundamental para reducir la humedad.
  • Pinturas y revestimientos antihumedad. No son una solución definitiva, pero ayudan a mejorar la situación mientras se encuentra otra más duradera.
  • Llamar a profesionales. Nada de inventos caseros con ventiladores y deshumidificadores. Aquí se necesita mano experta.

¿Quién puede ayudarte?

Si tu edificio parece más un pantano que un hogar, es hora de llamar a los expertos. Afortunadamente, existen empresas especializadas en combatir este tipo de humedades.

Una de ellas es Humedades Madrid, expertos en tratamientos para humedades por capilaridad, por filtración y por condensación. Emplean productos de primera calidad con la última tecnología. ¡Olvídate de las humedades en tu comunidad de vecinos en Madrid!

Las humedades por capilaridad son un problema serio que no debe tomarse a la ligera. Así que, si ves que las paredes empiezan a parecer una acuarela, es hora de ponerse manos a la obra. ¡Tu comunidad (y tu salud) lo agradecerán!