Vivimos en una época donde la seguridad es una prioridad, y las cámaras de videovigilancia se han convertido en las estrellas del vecindario. Pero la gran pregunta es: ¿puede un vecino instalar una cámara de seguridad? ¿Y qué pasa si es la comunidad la que decide poner un ojo electrónico en la entrada del edificio? Antes de que te pongas el disfraz de detective o de abogado, desde La que se avecina vamos a aclarar qué dice la ley y cuáles son las mejores opciones para mantener la paz en la escalera.
Porque, seamos honestos, nadie quiere un Gran Hermano improvisado en el portal, pero tampoco queremos que el «Caco» se lleve nuestras bicis. Así que veamos qué se puede hacer dentro de la legalidad y sin convertir nuestra comunidad en un episodio de CSI: Madrid.
¿Puede un vecino instalar una cámara de videovigilancia en su puerta, terraza o patio?
Si tu vecino decide jugar a ser Batman y coloca una cámara en su puerta, debe asegurarse de que esta solo grabe su propiedad privada. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) es clara: si la cámara apunta a zonas comunes o a la vivienda de otro vecino, estará invadiendo la privacidad ajena y podría meterse en un buen lío legal.
En el caso de terrazas o patios, la norma es la misma. Si la cámara está dentro de la propiedad y solo graba el espacio propio, no hay problema. Pero si se entromete en la intimidad de los vecinos, mejor que vaya preparando la cartera, porque le puede caer una multa de campeonato.
¿Y si es la comunidad de vecinos la que instala la cámara?
Aquí la cosa cambia, porque una comunidad de vecinos sí puede instalar cámaras de videovigilancia en zonas comunes, siempre que cumpla con la normativa de protección de datos. La decisión debe aprobarse en junta y cumplir requisitos como la notificación adecuada a los vecinos y la colocación de carteles informativos. Además, las imágenes solo pueden usarse para la seguridad del edificio y no para ver las “reuniones informales” de escalera o para espiar a los vecinos.
En Madrid, donde los ladrones a veces son más rápidos que el Wi-Fi comunitario, contar con videovigilancia en portales y garajes puede disuadir a los ladrones y evitar disgustos. Además, tener una cámara bien colocada puede ser el mejor aliado para encontrar al culpable cuando alguien deja, por ejemplo, la basura fuera del contenedor, su perro se orina en el portal o se lleva el felpudo de la entrada.
Así que ya lo sabes, si quieres instalar una cámara de seguridad, asegúrate de que cumples la ley. Y si es la comunidad la que decide hacerlo, mejor que todo esté bien documentado. Porque la seguridad es importante, pero la privacidad también. ¡Y nadie quiere salir en un remake de «Gran Hermano: ¡Edición Vecinal”!
Si estás buscando una empresa profesional para la instalación de cámaras de seguridad en Madrid, una excelente opción es Instalación de Cámaras en Portales. Su equipo especializado se encarga de todo, desde la planificación hasta el mantenimiento. Garantizan una instalación profesional que cumple con la normativa vigente, asegurando la protección de tu propiedad. ¡Infórmate!